Se puede aprovechar ese regalo que cae del cielo y almacenarlo para utilizarlo en las tareas cotidianas logrando, en algunos casos, reducir a la mitad el consumo de agua potable.
El 50 por ciento del agua que se usa en los hogares no necesita ser potable.Se trata del agua que se utiliza para limpiar o regar, por ejemplo.
Para estas tareas se puede utilizar el agua de lluvia. Además, esta iniciativa disminuye el impacto ambiental, la huella hidrológica y reduce la explotación de las napas subterráneas.
¿Cómo recolectarla?
Existen empresas que desarrollaron sus propios equipos integrados para captar y reutilizar el agua de lluvia en todos aquellos usos que no requieren de agua potable, como inodoros, lavarropas, limpieza del hogar y riego. Estos equipos captan el agua, la filtran y la redirigen a un tanque a través de canaletas.
Sin embargo, existe otra manera más sencilla de hacerlo, que se puede aplicar en todos los hogares. Y se realiza siguiendo estos pasos:
- Colocá recipientes en el techo de tu casa o en el jardín, en sitios donde no haya árboles o elementos que detengan su caída y puedan ensuciarla o contaminarla.
- Aprovechá el agua que cae sobre el techo ubicando estos recipientes debajo de las canaletas.
- Almacená el agua recolectada en tanques o recipientes cerrados para evitar que el mosquito Aedes aegypti, portador del virus del dengue, pueda acceder y poner sus huevos allí. Al mismo tiempo, estos recipientes deben ser guardados bajo techo y a la sombra.
Vale recordar que esta agua no puede usarse para ser consumida porque no es potable, pero sí es muy útil para el resto de las actividades, como higienizarse, limpiar el hogar y regar.
Aguas Cordobesas, 20 años trabajando para una ciudad mejor.
